En la Plaza Nejjarine, justo frente al Museo de las Artes de la Madera, se encuentra una tienda verdaderamente fascinante. No solo es el comercio de antigüedades más antiguo de la medina, transmitido de generación en generación por una de las familias más ilustres de Fez, sino que también es una especie de Cueva de Alí Babá, repleta de tesoros y objetos decorativos sorprendentes.
Samir, su propietario y amigo nuestro, ha donado al museo varias piezas de madera antigua, un acto que, aunque es una de sus mayores satisfacciones, no lo llena de vanidad, pues es un hombre de gran humildad.
Pero más allá de sus antiguos decorados de madera de cedro y de sus auténticas máscaras africanas, la tienda es un verdadero santuario de hermosas joyas de plata. Es allí donde vamos a comprar, porque es allí donde Samir se toma el tiempo de probar los metales, distinguiendo lo que es realmente valioso de lo que no lo es… ¡Siempre hay que saber lo que se compra!